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STEAM, CIENCIA PARA TODOS
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La educación STEAM toma cada vez más fuerza como herramienta en la alfabetización científico - tecnológica del alumnado.
Digna Couso, directora del Centre de Recerca per a l'Educació Científica i Matemàtica (CRECIM) y experta en didáctica de las matemáticas y las ciencias, nos habla acerca de las oportunidades, ventajas y riesgos de esta metodología.
Pensamiento crítico, la clave para un mejor futuro
La transición hacia un paradigma educativo centrado en las competencias se extiende cada vez con más fuerza. Entre estas, el pensamiento crítico es de gran importancia. El reconocido educador Robert Swartz explica cómo, a pesar de que todo individuo piensa, la gran mayoría de las personas no lo hace de la manera más crítica, correcta y eficiente.
El pensamiento crítico no es una acción concreta, es una habilidad cognitiva que se constituye a partir de varios procesos intelectuales, tales como conceptualizar, comparar, aplicar, analizar, inferir y sintetizar información de manera objetiva. Ser capaz de pensar de manera crítica e independiente es clave para tener éxito en su vida académica profesional y personal.
Para ser ciudadanos empoderados, en pleno derecho y libres, día a día debemos tomar decisiones y posiciones frente a la multitud de situaciones que nos acontecen. ¿Vacunarse es algo importante? ¿Cómo debemos cambiar nuestros hábitos de consumo para combatir el cambio climático? ¿Cómo afecta el consumo de drogas a nuestra salud? En este sentido, la educación es esencial, ya que, a través de esta, el alumnado podrá adquirir las habilidades cognitivas propias del pensamiento crítico que le permitirá tomar todo tipo de decisiones tanto en el presente como en el futuro.
La evidencia científica demuestra que entrenar las estrategias de pensamiento crítico mejora significativamente el rendimiento del alumnado. La transición hacia el marco competencial como eje de la educación ha ido calando en los centros educativos. A día de hoy es común ver, en los planes de estudio, en el currículo y en la misión-visión de las escuelas, referencias explícitas al pensamiento crítico y su importancia. Sin embargo, la práctica en las aulas –comprensiblemente– va a un ritmo un poco más lento. Si bien se menciona el pensamiento crítico, dicha mención no va acompañada de una explicación detallada y rigurosa en cuanto a cómo enseñarlo.
Swartz explica cómo debemos replantear la manera en la que enseñamos el contenido curricular para fomentar los hábitos, las estrategias y las habilidades de pensamiento de orden superior propias del pensamiento crítico en el alumnado. Los puntos clave son los siguientes:
El contenido debe introducirse de una manera significativa para motivar que el alumnado investigue, debata y se formule preguntas. ?
Las metodologías de aprendizaje activas, cooperativas, por proyectos y similares facilitan la adquisición de conocimientos y competencias, ya que el estudiante se convierte en el centro del aprendizaje, y el proceso toma más importancia que el resultado.
Las distintas herramientas y los métodos de representación gráfica son efectivos a la hora de fomentar y afianzar las estrategias de pensamiento, como la síntesis, la comparación y el análisis.
El resultado de una educación basada en el pensamiento crítico es, pues, que el alumnado adquiere habilidades que le servirán toda la vida, además de comprender el contenido que estudian en el currículo regular de una manera mucho más profunda que en la educación tradicional.
DÍA DEL MAESTRO, ¿POR QUÉ SE CELEBRA CADA 15 DE MAYO?
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El Día del Maestro es una festividad que honra la labor de los catedráticos y profesores mexicanos
El Día del Maestro es una festividad que honra la labor de los catedráticos y profesores mexicanos. En 1918, se llevó a cabo en México la primera conmemoración del Día el Maestro. El decreto fue firmado por el presidente Venustiano Carranza.
Historia del día del maestro
La propuesta pretendía que se instituyera un día en homenaje a los maestros y que fuera el 15 de mayo, fecha conmemorativa de la toma de Querétaro.
La iniciativa fue aprobada en 1917, y un año después se celebró por primera vez está fecha.
Esta celebración varia de día según las naciones, pero el Día Mundial del Maestro, instituido por la UNESCO, se celebra el 5 de octubre.
La Conferencia Interamericana de Educación (celebrada en Panamá en 1943) recomendó celebrar el Día Panamericano del Maestro el 11 de septiembre (fallecimiento del educador y presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento).
¿Por qué se celebra el 15 de mayo?
Además de conmemorar la toma de Querétaro, para contestar esta pregunta debemos ubicar a un personaje central en la historia de la educación religiosa: San Juan Bautista de La Salle, quien fue un sacerdote y pedagogo francés innovador, que consagró su vida a formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de la época.
Así, la celebración a los maestros también se conmemora el 15 de mayo porque ese día, pero de 1950, fue declarado patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud y Patrono universal de los educadores por el papa Pío XII (1876-1958).
José Vasconcelos, un maestro ejemplar
Uno de los educadores más destacados de México es el oaxaqueño José Vasconcelos, nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y por las de Chile, Guatemala y otras naciones latinoamericanas.
Fue también miembro de El Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de la Lengua. Fue llamado el Maestro de América y cada 15 de mayo se entrega el reconocimiento que lleva su nombre, a los educadores destacados del país.
Fuente: http://www.vanguardia.com.mx
VIDA Y OBRA DE EMILIANO ZAPATA
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LA EDUCACIÓN SOCIOEMOCIONAL EN EL NUEVO MODELO EDUCATIVO CONFERENCIA DE LA MTRA. EMILIANA RODRÍGUEZ
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¿EN QUÉ CONSISTE LA PLANEACIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES?
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GIRANDO LA EDUCACIÓN
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Flipped Classroom, breve pero muy clara explicación de el proceso para llevar a la práctica esta metodología del trabajo escolar.
METODOLOGÍAS EDUCATIVAS: ¿POR QUÉ ESCOGER SOLO UNA?
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Por Ingrid Mosquera Gende
En la actualidad, están surgiendo muchas metodologías educativas supuestamente revolucionarias. A grandes rasgos, se puede decir que una metodología tiene que tener en cuenta las diferentes competencias que se quieran desarrollar, al mismo tiempo que debe implementar el aprendizaje de ciertos conocimientos de una materia en concreto, sin olvidar la atención a la diversidad, los diferentes estilos de aprendizaje y los intereses de los alumnos.
Cada una de esas nuevas metodologías defiende que esos objetivos se pueden conseguir mediante su uso. Hasta cierto punto, se podría decir que son aspectos alcanzables, tanto con cualquier metodología como con ninguna. Y es que, al final, en gran medida, un porcentaje muy alto del éxito de una metodología no depende de su teoría, sino de su puesta en práctica, y esa es labor del docente. El profesor es el que va a lograr que una metodología funcione, no por la metodología en sí misma, sino por su manera de aplicarla, por su adaptación a un contexto concreto de enseñanza y aprendizaje, por su flexibilidad y por su capacidad de cambio y reestructuración sobre la marcha.
Un profesor es un observador creativo y, en muchas ocasiones, espontáneo: tiene que estar preparado para salir al paso “de lo que surja”, con los recursos que tenga a su alcance.Sin duda, las denominaciones impactantes con las que se etiqueta a esas nuevas metodologías hacen que nos fijemos más en ellas, con nombres contundentes y llamativos como visual thinking, gamificación, critical thinking o flipped learning, encandilando a los estudiantes con nuevos recursos, materiales y tecnología punta. La teoría metodológica puede ser interesante y atractiva en su presentación, como acabamos de ver, y puede resultar muy útil y motivadora para los estudiantes, pero la práctica depende del docente. Y no es blanco o negro, no es aplicar ocho puntos mágicos o seguir una infografía. Es observar cómo reaccionan los alumnos en cada momento, modificar, cortar una hoja en trozos y escribir rápidamente algo para ampliar una actividad, cambiar el tema porque no resulta atractivo para los estudiantes, usar la pizarra o llevar algo preparado por si internet no funciona…es el día a día.
Además, dependiendo de los estilos de aprendizaje de esos alumnos, de sus distintas personalidades e intereses, puede no resultar tan sencillo. Hasta una metodología basada en la gamificación podría resultar repetitiva o aburrida. Tener en cuenta diferentes metodologías puede aumentar la motivación y las competencias implicadas, preparando al discente para enfrentarse a diferentes formas de enseñanza y aprendizaje, pero nunca debemos perder la perspectiva. En referencia a eso, dejamos una pregunta en el aire, para la reflexión: la metodología o los recursos ¿son siempre un medio o pueden llegar a ser un fin en sí mismos? Retomando el tema, según los puntos anteriores, creo que no es aventurado decir que cada aula y cada profesor suponen una multimetodología en sí mismos. Y lo veo positivo. Probamos diferentes ideas, experimentamos, buscamos los mejores resultados, los más motivadores para los alumnos.
Pero ninguna metodología es perfecta.
Metodologías tradicionales y actuales se entremezclan, y deben entremezclarse, desde mi punto de vista, para ofrecer una experiencia más enriquecedora para los estudiantes. La autonomía implícita en la clase invertida o flipped learning, la tolerancia y capacidad de trabajo en grupo del aprendizaje por proyectos o del aprendizaje cooperativo, las competencias digitales que acompañan a CALL, la personalización del aprendizaje, tomando en consideración las inteligencias múltiples, o la competencia lingüística en su máxima expresión mediante AICLE o aprendizaje bilingüe o plurilingüe, entre muchas otras posibilidades, como trabajar sin libros de texto o sin asignaturas ni exámenes. La base del triángulo es el docente. Podemos tener una metodología de cabecera pero, irremediablemente, muchas otras dejarán, y así debe ser, su pincelada a lo largo del curso. Esto enriquece la docencia y amplía las competencias y el aprendizaje de los alumnos.
Un último detalle, dentro de lo posible, que no nos impongan la metodología. Debemos sentirnos cómodos con ella. No todos enseñamos del mismo modo y eso no quiere decir que unos seamos mejores que otros ni que una metodología sea mejor que otra. Podemos tener una metodología y unos recursos modernos, pero el profesor puede ser un portento hablando y ofrecer unas clases magistrales que enganchen a sus alumnos, mientras que todos, docente y estudiantes, pueden perderse con nuevas ideas y recursos. No debemos permanecer anclados en el pasado, por supuesto que no, pero, con una metodología base, sea la que sea, donde nos sintamos cómodos, todo lo demás irá llegando, como siempre, mediante la experiencia y la experimentación.
La multimetodología es un hecho y una necesidad, derivada de la realidad de las aulas y de la increíble y admirable capacidad de los docentes para adaptarse a su contexto. La teoría se construye desde la práctica. La práctica la hacemos los docentes. La innovación está en las aulas. Nos pertenece. Los profesores la generamos, la modificamos y la mejoramos, luego, probablemente, serán otros los que escribirán sobre ella.
LA UNIDAD EN LAS FRACCIONES
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CONGRESO INTERNACIONAL EDUCATIVO MULTIDISCIPLINARIO (CIEM 2018) 9 Y 10 DE MARZO
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¿QUÉ SON LOS APRENDIZAJES CLAVE?
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Un aprendizaje clave es un conjunto de conocimientos, prácticas, habilidades, actitudes y valores fundamentales que contribuyen sustancialmente al crecimiento integral del estudiante, los cuales se desarrollan específicamente en la escuela y que, de no ser aprendidos, dejarían carencias difíciles de compensar en aspectos cruciales para su vida.
El logro de aprendizajes clave posibilita que la persona desarrolle un proyecto de vida y disminuye el riesgo de que sea excluida socialmente. En contraste, hay otros aprendizajes que, aunque contribuyan positivamente al desarrollo de la persona, pueden lograrse con posterioridad a la educación básica o por vías distintas a las escolares.